sábado, 2 de agosto de 2014

Baking BA

Como soy buena percibiendo las situaciones en las que me voy a encontrar, el viernes antes de partir a realizar mis trámites me calcé las zapatillas, porque teníamos que vernos. 
Y siempre, pero siempre es mejor estar de zapatillas que con tacos cuando nos toca vernos de día.

Tenía que llegar a horario a buscarlo, pero el sol de Plaza San Martín me lo impidió. Pasto, sol y cigarrillos, no había manera de que yo pudiera llegar a horario a algún lugar con esa combinación, lo único que quería hacer era dormir. Me levanté, abandoné la plaza y me dispuse a caminar por Santa Fé para encontrarnos. 
Como supuse, no llegué a tiempo y me llamó para decirme que ya estaba libre y que nos encontráramos a mitad de camino.
Con los headphones puestos y su brazo enyesado propuso la romántica idea de hablarnos por teléfono hasta encontrarnos, y como no podía ser menos me hice fan de la idea en el momento. 
Ya no recuerdo a qué altura de Santa Fé nos encontramos pero sé que estuvimos varios minutos interrupiendo el paso de los peatones debido a los besos interminables que nos dimos apenas nos encontramos.
Caminamos rumbo a Baking alrededor de las 2pm, un poco difìcil a esa hora encontrar mucha variedad de ensaladas y mucho menos algùn Cinnamon Apple.
Compramos una ensalada con su respectiva vinagreta, por mi parte detesto la vinagreta pero novio es fan, un yogurth con limòn y granola y una cookie de avena que quedaba sola y pedìa a gritos que alguien la llevara.



Es imposible comer algo que no estè bueno en Baking, siempre pero siempre quedan ganas de màs.
TODO ES RICO.
La granola del yogurth incluye nueces de pecàn, y eso hace que la mezcla termine siendo exquisita.
Todos queremos ese yogurth. Todos adoramos comer en Baking.

Panza llena, corazòn contento.


sábado, 8 de marzo de 2014

Be my Valentine, Le Pain Quotidien

Quisiera ser un poco más responsable con lo único que me entretiene y no puedo. Quisiera ser una chica correcta que sabe expresarse y además los llena de fotos de comida. No me sale, no es mi estilo.
Este es mi estilo, escribir una entrada después de tres semanas de San Valentín, comentándoles lo que hice (hicimos) ese día.
Soy una chica muy pro San Valentín, muy pro consumo, muy pro minitah. Por lo tanto debía existir al menos un plan medianamente decente para hacer ese día. Y existió.

El catorce de Febrero es un día al que hay que tratarlo con mucho cariño y delicadeza, no hay que caer ni en la cosa melosa, ni en el hippismo de la rosa. Es por eso que el plan ideado por mi vaya-uno-a-saber-qué o novio, como prefieran llamarlo, debía ser algo que nos guste a los dos y nos deje contentos.

Quedamos de encontrarnos a la hora de siempre en la terraza, llegué a horario, o al menos en mi reconstrucción lo hice. Fumé unos cigarrillos y me acomodé el pelo, desde hace unos meses me resulta molesto porque está más largo. Nos reímos y me regalaste una caja de bombones en forma de corazón, me enojé porque no me gusta que me sorprendas cuando yo no te sorprendo a vos, no me parece 'justo'. Hablamos acerca de que no soy muy admiradora del chocolate, aunque hoy probé unos riquísimos y lo primero que se me pasó por la cabeza fué compartirlos con vos.
Dijiste que era mejor ir a merendar a ESE LUGAR al que tanto querías llevarme y obviamente acepté, como siempre acepto ser parte de tus planes.
Cuando hacemos cosas juntos, siento como si fuéramos adueñándonos de los espacios y caminar por una vereda o esperar a que cambie el semáforo parece mágico cuando estás al lado mío. No puedo dejar de mirarte y de recordarte todo lo que me gusta de vos, así como vos no podés dejar de besarme cuando me suelto el pelo y me pongo los lentes.
Caminamos y hablamos de los edificios, de las vidrieras y de los lugares que deberíamos visitar juntos. Me hiciste quererte más de lo que te quiero habitualmente.

Llegamos, nos sentamos y te dije que me gustaba mucho como estaba iluminado, me explicaste cosas sobre la franquicia, recordamos qué habías comido la vez que me mandaste las fotos y decidimos qué pedir . El chico que nos atendió era un flaquito con aire indie que muy tiernamente nos explicó que no quedaba nada de lo que queríamos comer, cambiamos aproximadamente tres veces el pedido. Tenemos suerte de no ser unos snobs rompepijas y de que mi risa relajara al mozo que ya no sabía cómo mirarnos a la cara porque no podíamos comer lo que queríamos.
Mentiría si dijera que recuerdo exactamente lo que pedimos, pero incluía un croissant, una cesta de pan, jugo de naranja y zanahoria y un café (con algo cool dentro). Lo único que puedo recordar es que disfrutamos comer como creo que nunca antes habíamos disfrutado juntos, que prácticamente no hablamos porque estábamos tragando, que pediste que cambiaran una cobertura de chocolate por una mermelada porque yo dije que íbamos a engordar. Puedo recordar también tus ojos, tu boca, tus sonrisas y la manera en la que me hablás.

Fué sin dudas una cita completamente mágica, mucho más mágica que las habituales, porque en esta estábamos festejando nuestro primer día de los enamorados. Es sin dudas la cita que me recuerda por qué estoy enamorada de vos.





lunes, 13 de enero de 2014

San Telmo - Orígen



No planeé este blog y tampoco creo que se vuelva una de mis prioridades, pero nace por mi insistencia interna de documentar momentos que para mí (o nosotros) son únicos.
Hay que aclarar antes de empezar e s t o que E (boyfriend) y yo podemos pasar horas hablando porque siempre surge un nuevo tema de conversación y podemos caminar horas sin saber hacia donde vamos, hay cierta magia en caminar sin saber a dónde vamos a llegar, y siempre pareciera que encontramos 'un lugar' en el momento menos esperado. E suele preguntarme siempre si la primer parada me tienta y yo siempre la paso, no sé si es una respuesta por defecto, o simplemente todavía no me sorprendió la primera opción y es por eso que no la elijo, seguimos caminando, hablamos, reímos, fumo, hacemos un stop para besarnos y seguimos. Es una especie de ritual. Hasta que sentimos que la caminata debe parar, ya sea por hambre, por cansancio o porque simplemente debemos terminar el recorrido.

El domingo fué espontáneo y la espontaneidad no es parte de nuestras vidas últimamente, pero cada vez que se presenta apretamos el acelerador y sólo nos encontramos disfrutando (de lo que sea).
El último domingo pensamos San Telmo por cercanía y comodidad, ninguno sabía exactamente en dónde íbamos a terminar ya que San Telmo no es un must-go, ni tampoco segunda opción. Menos un domingo, pero le dimos una oportunidad. Nos alejamos de cualquier lugar que su nombre esté hecho con un fileteado, tal vez sin darnos cuenta, en lo personal dejo los lugares con fileteado para otro momento (para cuando tenga 50). Los lugares veggies cool nos atraen, incluso si sabemos que yo voy a mirar raro la comida, vamos igual y algo encontramos.
En este caso nos encontramos cerca del mediodía por lo tanto teníamos que almorzar algo que nos gustara a los dos, o combinar. E quiso llevarme a un lugar que le gusta, pero estaba demasiado lleno y no teníamos tiempo para perder, así que seguimos caminando, a media cuadra teníamos un lugar de comida árabe que no me invitaba a entrar, pero si E hubiera insistido le habría dado una oportunidad. No funcionó. Seguimos caminando.
Llegamos a una esquina y encontramos 'Orígen'. Los dos sabemos cuando encontramos EL lugar en el que debemos parar pero damos un par de vueltas igual, como con todo.
El lugar tenía unas mesas muy lindas afuera y por dentro era muy luminoso, con pequeños cuadritos y recortes y sillones con tapizados de colores que hacían contraste con el blanco de las paredes, pequeños pizarrones colgados en los cuales estaban escritos diferentes platos, y una barra llena de cookies y tortas que se pueden consumir en el lugar y también se venden para llevar. Todo bastante healthy.
Nos sentamos, primero afuera y luego adentro, porque yo insistía en que el lugar era muy lindo y novio captó las señales de quiero-entrar que manifesté. Good job, baby.


Acá es donde a mí se me complica, porque yo puedo decir que el lugar era lindo, cómodo, acogedor, etc. Pero no puedo evaluar a lo grande lo que comí, así que disculpen pero sólo les voy a comentar que comí, si me gustó o no y alguna anécdota del lugar. Lejos estoy de hacer un blog de comida gourmet, si quieren eso lean a otros que sepan. Sigamos.

Mientras esperábamos nos sirvieron unas rodajas de pan integral tostado con una salsa de pollo que era EX QUI SI TA. La amamos.
Nos pedimos una pizza de Muzzarella, Rúcula y Jamón crudo. Nice.
La masa era súper liviana, calculo por la onda healthy del lugar que estaba hecha con harina integral. Para tomar pedimos una limonada y un jugo de naranja. Jugo de naranja al cual luego de tenerlo un rato conmigo, le cayó una pequeña mosquita que nos acompañaba. Debatimos entre pedir que lo cambiaran o sacarla con el tenedor. Finalmente el tenedor ganó y nadie se dió por enterado, hasta hoy.



Fué en ese momento que le dije a novio que iba a hacer un blog comentando los lugares que habíamos visitado y la idea le gustó, pero no imagino que haya creído que realmente lo iba a hacer. Igualmente propuso que se llame meandmyboyfriend, me agradó pero obviamente no lo usé. Ni siquiera chequeé si ya existe.





Comimos nuestra pizza, observamos el lugar, nos pusimos contentos por elegir siempre lugares que nos terminan gustando mucho, tomamos nuestras bebidas, E atendió algunos llamados, hablamos de lo bien que se siente querernos, nos besamos, nos fotografiamos, nos reímos, pagamos y emprendimos la vuelta caminando que es como mejor nos sentimos.